Uno de los post más leídos en la reciente historia de Seguridad en Internet (este blog), ha sido "Instalar Windows XP arriba de Windows Vista", y es por eso que hoy voy a ampliar un poco los conceptos o consejos allí subidos, viendo cómo se hace para instalar varios Sistemas Operativos (tres, que ya es mucho) en un único ordenador.
Como ya sabemos, Windows Vista no es la maravilla que prometió ser, no obstante es la "chica más deseada del baile" y todos, a pesar de los problemas que acarréa su instalación, lo quieren probar. Pero, por las mismas razones nadie quiere dejar a su fiel Windows XP; y muchos quieren (también) probar Linux... es una historia que no tiene sentido contar porque todos la conocen. En síntesis, ¿se puede tener más de un S.O. instalado en un solo ordenador? Sí. Manos a la obra!
Para comenzar debemos tener bien en claro los pasos a seguir, para no dudar en el medio de alguno de ellos y cometer algún error que nos lleve a tener que empezar todo de nuevo. Lo primero a "diseñar" serán los distintos espacios que utilizarán los distintos S.O. Así, si vamos a instalar Windows XP, Windows Vista y alguna distro de Linux, lo ideal será tener "los Windows" en un HD o partición y Linux en otra distinta. Los datos o archivos en general, será mejor tenerlos en otra partición y mucho mejor si es en otro Disco Duro.
Si vamos a usar un HD de 320BG, por ejemplo, deberemos dejar un espacio de no menos de 40GB para cada Windows (digamos 50GB) y un espacio similar para la distro de Linux, además de una cantidad igual a la RAM para la partición SWAP de Linux (otros 2GB), y el resto para lugar de intercambio de datos. Si, como dije antes, tenemos la suerte de tener otro HD instalado, también lo podemos utilizar para datos de los tres sistemas; en realidad la idea es compartir esos datos entre los tres; y a la vez que queden a salvo en caso de que algo ocurra con el Disco donde están los Sistemas Operativos.
Podemos hacer esto de varias maneras, primero instalamos el Windows XP y luego el Partition Magic desde donde crearemos las otras particiones; o instalamos el Windows XP directamente en los 50GB asignados con el HD recién formateado, para luego al instalar el Windows Vista, hacerlo en otros 50GB del espacio sobrante de la instalación anterior. Lo bueno de la primera opción es que podemos dejar listas todas las particiones en ese instante, ya que con el Partition Magic crearemos la partición para Windows Vista, la de Linux, la de la SWAP, y nos quedará espacio para compartir datos. También está la opción de instalar los dos Windows en una misma partición de 100GB, es opcional.
El orden de las instalaciones es muy importante, porque si tenemos pensado usar LILO como gestor de arranque, siempre será mucho más facil hacerlo luego de que Windows esté instalado y no al revés, porque el sector de arranque sería re-escrito por Windows y eso nos forzaría a reparar la instalación de LILO y eventualmente el sector de arranque de Linux. Además recordar que hay que comenzar con Windows XP y luego el Windows Vista para que no se dañen los ficheros del arranque; después vendrá alguna distro de Linux (Ubuntu, Fedora, Red Hat, etc), que nos permitirá luego instalar un gestor de arranque como el LILO o el GRUB más facilmente.
El tema del gestor de arranque es bastante simple, cada distro de Linux trae al menos un gestor para instalar y durante la instalación (de Linux) nos preguntará qué gestor deseamos instalar, eso no será un problema. Luego el gestor analizará el HD y detectará los S.O. instalados, y se configurará automáticamente; si deseamos cambiar la configuración siempre será posible.
Otra alternativa válida es la de usar "máquinas virtuales", pero ese es un tema que hoy no tocaremos y que me gustaría dejarselo a Diego, alguien que está probando la virtualización desde hace un tiempito. La ventaja es que nuestro ordenador puede así rendir como varios ordenadores al mismo tiempo... es una locura, pero creo que tarde o temprano hay que intentarlo.
Como ya sabemos, Windows Vista no es la maravilla que prometió ser, no obstante es la "chica más deseada del baile" y todos, a pesar de los problemas que acarréa su instalación, lo quieren probar. Pero, por las mismas razones nadie quiere dejar a su fiel Windows XP; y muchos quieren (también) probar Linux... es una historia que no tiene sentido contar porque todos la conocen. En síntesis, ¿se puede tener más de un S.O. instalado en un solo ordenador? Sí. Manos a la obra!
Para comenzar debemos tener bien en claro los pasos a seguir, para no dudar en el medio de alguno de ellos y cometer algún error que nos lleve a tener que empezar todo de nuevo. Lo primero a "diseñar" serán los distintos espacios que utilizarán los distintos S.O. Así, si vamos a instalar Windows XP, Windows Vista y alguna distro de Linux, lo ideal será tener "los Windows" en un HD o partición y Linux en otra distinta. Los datos o archivos en general, será mejor tenerlos en otra partición y mucho mejor si es en otro Disco Duro.
Si vamos a usar un HD de 320BG, por ejemplo, deberemos dejar un espacio de no menos de 40GB para cada Windows (digamos 50GB) y un espacio similar para la distro de Linux, además de una cantidad igual a la RAM para la partición SWAP de Linux (otros 2GB), y el resto para lugar de intercambio de datos. Si, como dije antes, tenemos la suerte de tener otro HD instalado, también lo podemos utilizar para datos de los tres sistemas; en realidad la idea es compartir esos datos entre los tres; y a la vez que queden a salvo en caso de que algo ocurra con el Disco donde están los Sistemas Operativos.
Podemos hacer esto de varias maneras, primero instalamos el Windows XP y luego el Partition Magic desde donde crearemos las otras particiones; o instalamos el Windows XP directamente en los 50GB asignados con el HD recién formateado, para luego al instalar el Windows Vista, hacerlo en otros 50GB del espacio sobrante de la instalación anterior. Lo bueno de la primera opción es que podemos dejar listas todas las particiones en ese instante, ya que con el Partition Magic crearemos la partición para Windows Vista, la de Linux, la de la SWAP, y nos quedará espacio para compartir datos. También está la opción de instalar los dos Windows en una misma partición de 100GB, es opcional.
El orden de las instalaciones es muy importante, porque si tenemos pensado usar LILO como gestor de arranque, siempre será mucho más facil hacerlo luego de que Windows esté instalado y no al revés, porque el sector de arranque sería re-escrito por Windows y eso nos forzaría a reparar la instalación de LILO y eventualmente el sector de arranque de Linux. Además recordar que hay que comenzar con Windows XP y luego el Windows Vista para que no se dañen los ficheros del arranque; después vendrá alguna distro de Linux (Ubuntu, Fedora, Red Hat, etc), que nos permitirá luego instalar un gestor de arranque como el LILO o el GRUB más facilmente.
El tema del gestor de arranque es bastante simple, cada distro de Linux trae al menos un gestor para instalar y durante la instalación (de Linux) nos preguntará qué gestor deseamos instalar, eso no será un problema. Luego el gestor analizará el HD y detectará los S.O. instalados, y se configurará automáticamente; si deseamos cambiar la configuración siempre será posible.
Otra alternativa válida es la de usar "máquinas virtuales", pero ese es un tema que hoy no tocaremos y que me gustaría dejarselo a Diego, alguien que está probando la virtualización desde hace un tiempito. La ventaja es que nuestro ordenador puede así rendir como varios ordenadores al mismo tiempo... es una locura, pero creo que tarde o temprano hay que intentarlo.
Espero haber despejado algunas dudas, nos leemos en el próximo post.-
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