Privacidad e inseguridad

El término privacidad según lo define la R.A.E. es el ámbito de la vida privada que se tiende a proteger por derecho. Privacidad es poder proteger algo de nuestra vida privada; es el derecho a proteger algo de nuestra vida privada que no queremos que sea público por alguna razón nuestra y sólo nuestra.

En la actualidad, cada día nos vamos acostumbrando a ver cosas como las que le están pasando al archi conocido actor Brad Pitt y a su esposa Angelina Jolie; o las que sufre Florencia Peña en Argentina con la divulgación y distribución masiva de un video super íntimo, a través de Internet; o el caso de Silvina Luna.

Lo inesperado de todo esto, es que a pesar de las batallas legales que se están llevando a cabo en Argentina para frenar la distribución, divulgación, descarga y reproducción del video de Florencia Peña, al igual que el video de Silvina Luna al que un juez determinó eliminar de "todos lados", ambos pueden ser vistos o reproducidos y descargados desde Internet aún con poco manejo del recurso. En síntesis, no hay que ser un genio para encontrarlo, verlo y/o descargarlo en pocos minutos. Además la tecnología no ayuda con el ahora viejo Bluetooth o el Wi-Fi, todo se transmite o se comparte en segundos.

Por otra parte, un smartphone extraviado tiene mucho más que números de teléfono. Una cámara de fotos puede quedar olvidada con nuestras fotos más preciadas, por eso es recomendable descargar las fotos y videos periódicamente. Uno puede olvidar el pen-drive en el trabajo, o perderlo en el colectivo, o tren en viaje a nuestro trabajo o escuela; por eso debemos prestar atención con lo que llevamos guardado o almacenado allí. Nadie cuidará nuestras cosas si nosotros no somos precavidos primero. Nadie (casi nadie) devuelve un pen-drive o un celular encontrado, o al menos sin antes ver qué tiene adentro.

¿Dónde nos lleva todo esto? A cuidar lo que hacemos con nuestras memorias portátiles, nuestros celulares o (peor aún) los smartphones; a cuidar lo que dejamos grabado en ellos; a darnos cuenta que Internet no es un juego de niños; a ver que muchas veces las Leyes no podrán salvarnos del poder de Internet, poder que sin saberlo se lo hemos dado nosotros.